En los últimos años, el nombre de Flavia Da Rin se ha convertido en uno de los máximos referentes del arte en el mundo de la fotografía, gracias a su innovador trabajo basado en su propia observación del mundo que la rodea.
Oriunda de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, Flavia Da Rin nació el 7 de mayo de 1978, y desde muy pequeña se sintió atraída por el arte, sobre todo en lo referente a la plástica y la fotografía.
Con los años, la joven promesa del arte argentino comenzó sus estudios en la IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte), en el Profesorado de Pintura, para posteriormente nutrirse de una gran cantidad de destacados artistas plásticos argentinos, durante su participación en diversos talleres y clínicas dictados por figuras prestigiosas del ambiente, tales como Marcela Gásperi y Diana Aisenberg.
En la actualidad, se desenvuelve como profesora en el Programa de Talleres para las Artes Visuales del Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la Universidad de Buenos Aires.
Asimismo, frecuentemente realiza exposiciones individuales y colectivas, que tienen lugar en diferentes galerías de arte y centros culturales de Buenos Aires.
Hoy, Flavia Da Rin goza de una gran fama entre el público amante del arte y de una importante admiración de parte de sus colegas, gracias a su originalidad e innovación dentro del campo de la fotografía manipulada digitalmente.
Seguramente, su éxito reside en la manera que Flavia tiene de ver las cosas, punto fundamental en el que se centra su obra, ya que en sus trabajos podemos vislumbrar imágenes cotidianas de su vida, en las que la artista realiza una fuerte introspección para observar su entorno.
La expresión de sus trabajos nos dejan entrever los distintos estados de ánimo difíciles de dominar, que pueden llegar a afectar interiormente a las personas.
Según la propia definición de la artista, en su obra nos podemos impactar observando cómo el otro yo puede ser un acompañante especial de uno mismo, o incluso cómo se transforma la relación con uno mismo cuando se encuentra en un estado de depresión.
Gracias a su talento y originalidad, en el año 2002 Flavia fue galardonada con el primer premio del certamen Curriculum Cero, y fue seleccionada para la Beca Kuitca.
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